La reacción no se hizo esperar: a la fuerza del reclamo y la muerte de un neuquino ejemplar (Carlos Fuentealba) hay que oponer los recursos del Estado en publicidad oficial, montar el aparato punteril, realizar lobby mediáticos y colocar como slogan que "los violentos son los docentes y quieren un Golpe de Estado".
Se trata de sostener el poder del Tirano, a toda costa y a cualquier precio, incluso con el enfrentamiento de pobres con pobres, o lo que es lo mismo: Padres con docentes.
La contraofensiva es brutal y despiadada. Por eso hay que resistir, y contragolpear.
Si ellos se movilizan para que los establecimientos se abran, y desmostrar que los docentes no quieren escuelas abiertas. Los docentes deben dejar abiertas las escuelas pero con padres que den clases a sus propios hijos.
Si ellos dicen que los docentes tuvieron aumento de salario (por decreto), y que su status de vida es alto, y no les importa dar clases a sus hijos. Los docentes deben mostrar cuánto es el descuento diario por día de paro y señalar: "Usted perderia este monto de salario por día para defender la educación de sus hijos"
Hay que realizar clases pero con el contenido pedagogico cambiado: "Enseñar a los alumnos porque un docente pelea por su dignidad y quién es el tirano y su gobierno totalitario..."
Convocar a los padres para juntos educar a sus hijos a partir de estos principios: "Unificación del dictado de clases donde la materia que se da es "dignidad docente en lucha", por la justicia y la verdad"
La consigna seguirá siendo la misma:
"A la fuerza brutal del Tirano hay que oponer la fuerza organizada de la dignidad de los que no se rinden"
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