Este 17 de octubre, se conmemora una fecha histórica para la política argentina: el país vió aparecer, sin permiso, a los sumergidos de siempre con hambre de justicia.
Este 17 de octubre, pero muy lejos de aquel 1945, nuestra provincia (el paisito nuestro) observa con patetísmo agobiante a una clase política, que se debate entre las miserias de cargos rentados o ser una auténtica alternativa de poder transformador, en los próximos años.
Quiroga no puede ocultar sus ganas de ser gobernador, mientras que Podestá y Escobar no pueden ocultar las ganas de borrarlo del mapa provincial, mientras que el resto de la oposición se debate entre lo modesto o lo patético.
¿Es imposible ser gobierno en Neuquén, si no se es del MPN?
¿Queremos gobernar o ser simplemente un administrador de los imposibles?
¿Hasta cuando se puede seguir mirando la alternancia desde un sillón que mire la casa de gobierno como un museo a visitar?
Para ser poder, en la alternancia, de un gobierno futuro, lo primero es sentirse alternancia con ganas de gobernar.
No se puede ser lo que nunca uno fué, ni aspirar a cambiar cuando el cambio es una palabra carente de acción.
Si nada sucede fuera de lo común, el año 2007 nos econtrará con una polarización y varias fragmentaciones.
Un MPN que surgirá de una interna diplomática, pero carente de entusiasmo militante. Es decir, un frasco de aburrimiento electoral.
El frente Cívico, comandado por Quiroga, y con un guiño (¿de que ojo?) del presidente Kirchner, que no es tonto sino pragmático.
Podestá y Jesús Escobar, unidos en la desgracia de saberse oficialistas nacionales, pero intragables para Parrilli si van juntos. Todo indica que nace alternativa Neuquina 3 ó Tercera Parte de la misma película.
UNE con sus aspiraciones de construir una alternativa politico-gremial, pero recién para el año 2011. ¿O se van a unir con los desgraciados de esta patética película?
Y la izquierda, que ni siquiera piensa en el 2011.
En este cóctel de alianzas y miserias, nosotros queremos pensar en Zapala, pero sabiendo que no somos una isla, aunque algunos lo piensen y sientan, sino en un poder regional capáz de desarrollar la zona centro en el marco de una política provincial transformadora y no administrativa de los fracasos de Sobisch.
Ese es nuestro compromiso queridos vecinos: pensar en nuestra provincia con ojos zapalinos.
Ha llegado la hora de cambiar, y no ser "desgraciados" , "alcahuetes" o simples "administradores de fracasos".
ANZA - Agencia de Noticias Zapala
Octubre de 2006
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